Google y el Cerebro Mundial

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El escritor de ciencia ficción, H.G. Wells auguraba en 1937  el futuro del conocimiento y el saber humanos y que la idea de un "cerebro mundial" era necesaria para determinar qué camino debía seguir nuestra evolución. Esto puede parecer futurista, preocupante también.

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En 2002, Google  empezó a escanear los libros de todo el mundo, con el objetivo de construir una Biblioteca Digital gigante que se pudiera compartir con todo el mundo: Google Books; sería una especie de Cerebro Mundial, del cual sólo Google tendría las llaves de esa puerta.

La misión de Google parecía ser facilitar a todas las personas la información que precisa, eliminando las barreras de la información. Contactó con las grandes Bibliotecas universitarias, muchas de estas colaboraron, ya que piensan que en general todas las bibliotecas desean digitalizar sus libros, por diferentes razones, para que la información sea lo más accesible para quien la necesite, para contribuir a su conservación, pero sobre todo para compartir su riqueza documental.

Jean - Noel Jeanneney, ex director de la Biblioteca Nacional de Francia,  expresa que "Google, enaltecido por su poder y arrogancia estaba digitalizando libros sin permiso de autores y editores, a nuestro parecer eso es inaceptable".  Efectivamente ya había escaneado 10 millones de libros, de los cuales 6 millones de estos estaban bajo derecho de autor. 

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Harvard sólo permitió digitalizar los libros de dominio público, pero otras bibliotecas  permitieron la digitalización de los libros con copyright,  como expresa Mary Sue Coleman, Presidenta de la Universidad de Michigan, quien entiende que la iniciativa de Google es legal, ética y noble, que transformará la sociedad.

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La cuestión es que cuando se trata de los derechos de autor, que la causa sea noble no es un permiso a violentar la ley.  Por norma general, es ilegal copiar libros con derechos de autor sin el permiso de estos.  Una de las pocas excepciones a esta regla en EEUU es el "Derecho de Cita". 

La Asociación de Editores Americanos y  el Sindicato de Autores de América, en 2005, presentaron una demanda contra Google por infringir los derechos de autor. Luego estos negociaron con Google y en 2008 llegaron a un acuerdo, donde esta empresa pagaba $125 millones de dolares de compensación, al suceder ésto, se le confería a Google nuevos poderes ya que entonces poseerían los derechos exclusivos para la venta de copias digitales de los libros descatalogados con copyright o también llamados libros huérfanos.

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 La página Google Books se convirtió en la mayor librería del mundo. El Congreso de E.E.U.U. inicia en 2009 una investigación sobre la competencia y el monopolio de los libros digitales. Algunas potenciales fuentes de ingreso que podrían tener son las siguientes: Suscripciones institucionales, compras, usos publicitarios, servicios de impresión y de acceso público, descargas, resúmenes, etc., todo esto sin respetar la ley del derecho de autor.

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 Aunque ya esto parece bastante complicado,  queda una parte que no se ha tratado, la vulnerabilidad de la privacidad de las personas que veían los libros, ninguna clausula en las negociaciones y acuerdo de las partes contemplaba que se respetara la información  de los usuarios. Por lo que, Google rastrea e identifica quien lee cada libro, durante cuanto tiempo lo lee, cuales son sus gustos, etc., pero la gran pregunta es: ¿Qué hace la corporación  con los datos que rastrea de los usuarios de Google Books? ¿Que poder podría acaparar Google si lograra tener la exclusividad de la venta digital de las obras?  ¿A manos de quien podría llegar toda esta información y para qué?más que crear un buscador, pretender crear una inteligencia artificial.

Hay diversas opiniones en todo este caso, a favor y en contra. Países como Francia expresaron:   "no vamos a permitir que una gran corporación se lleve nuestro patrimonio cultural, no importa lo simpáticos, importantes o americanos que sean". 

El tribunal se negó a ratificar el acuerdo de las partes, por lo que Google Books no podía seguir existiendo. Al menos no como pretendía. 

"Google y el Cerebro Mundial"  nos demuestra con el caso fallido de Google Books que el progreso tecnológico tiene un precio; e impulsó a los gobiernos y las bibliotecas de Europa y E.E.U.U  a colaborar en la creación de sus propias bibliotecas digitales públicas y gratuitas.

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