Industria cultural, contenidos creativos... Industria del libro!
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El término Industria cultural se refiere a
aquellas industrias que combinan la creación,
la producción y la comercialización de
contenidos creativos que sean intangibles y de
naturaleza cultural.
Las industrias culturales locales cumplen un rol fundamental en el desarrollo de las personas, sociedades y naciones, son portadores de “identidad, valores y significados”, generadoras de innovación y empleo (1° Encuentro Internacional Diversos y Alternos, la Gestión Cultural en América Latina - Convenio Andrés Bello).
En un inicio éste término de industrias culturales mantenía un tono peyorativo y nostálgico sobre la cultura, hasta llegado el momento de comprender sus dinámicas propias, su lugar en la economía, la sensibilidad y el consumo cultural.
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El término de industrias culturales, según la
UNESCO (Portal de la Cultura de América
Latina y el Caribe, 2010), abarca aquellas
industrias que combinan la creación, la
producción y la comercialización de contenidos
que son inmateriales y culturales en su
naturaleza. Estos productos normalmente
están protegidos por copyright y pueden tomar
la forma de bienes o servicios. El Portal no hace
diferencia alguna entre las empresas, grupos de
comunicación e información y producción de
contenidos, tratando a todos como sinónimos: las “industrias creativas” o “industrias de
contenidos”, incluye la impresión, publicación,
multimedia, audiovisuales, productos
fonográficos y cinematográficos, así como
artesanías y diseños. Para algunos países este
concepto también abarca la arquitectura, las
artes visuales y de performances deportes,
manufactura de instrumentos musicales,
anuncios y turismo cultural.
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El objetivo común de la actividad bibliotecaria es ofrecer información
al usuario y la incorporación de las tecnologías ha permitido una mayor
integración de los servicios y las herramientas destinados a dicho objetivo.
Las formas de los documentos y soportes introducidos por las tecnologías
plantean interrogantes al momento de procesar la información con las técnicas
utilizadas tradicionalmente.
Concordamos
con Torres Vargas, cuando afirma que “la información digital y la impresa
representan dos ámbitos totalmente diferentes. Ninguna suple a la otra. La
biblioteca híbrida no debe considerarse como una etapa de transición sino de
armonización entre estos dos medios”. Dicha armonización puede lograrse
mediante la educación y la orientación hacia lo nuevo en forma paulatina.
Con
respecto a los usuarios de la información, la tecnología presenta
significativas ventajas para quienes se lograron adaptar a los cambios
tecnológicos y muy pronto han podido obtener un provecho de su dominio. Pero
también, existen usuarios que no logran una adaptación rápida, sea porque no
tienen los medios para conseguirlo, o porque no se aventuran a utilizar los
nuevos formatos de la información, así como los medios para su manejo.
Como
puede inferirse, existe un nuevo tipo de relación tecnológico-social. Aparecen
nuevas necesidades entre los usuarios de las bibliotecas en el marco de la
sociedad de la información, que las transforma poco a poco y las lleva a un
replanteo de sus principales servicios.
Entonces
surgen algunas preguntas:
¿Realmente
son unos medios más importantes que otros?
¿La
información digital va a eliminar la información impresa?
¿Las
Bibliotecas deben preocuparse más por innovar y estar a la vanguardia, o
también por llegar a todo público, incluyendo el que no es tan vanguardista?
¿Realmente
van a desaparecer los libros impresos?
Muy buen post! y grandes interrogantes!
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